El país está a la espera de la aprobación del Presupuesto Nacional para el año 2018 presentado por el Gobierno dominicano en el mes de septiembre. El proyecto de ley fue sometido por un monto de 814 mil 821 millones, unos 103 mil millones más que lo aprobado para este año 2017.
Donald Guerrero, ministro de Hacienda, durante la presentación del presupuesto en septiembre pasado. |
Para este año se espera un crecimiento 5% en el PIB. Pero una revisión a la proyección del gasto para el próximo año, revela que éste se encuentra muy por encima del nivel de crecimiento esperado. Para este año, se espera un crecimiento en el gasto de 14.9% en relación al año anterior, lo que equivale a 817 mil millones de pesos. Si el gasto creciera al mismo ritmo en que crece la economía, el presupuesto debería ser de 773 millones.
Déficit fiscal alto
Este gasto por encima del crecimiento esperado se traduce en un déficit fiscal alto, que para el próximo año se estima en 86,999,164,740. El proyecto de Ley calcula una disminución del déficit de 2.3% a 2.2%del PIB. Y aunque luce como algo positivo, realmente no lo es. Se trata del décimo año consecutivo en que el déficit fiscal es superior al 2%, de acuerdo al economista Pavel Isa. Esto significa más deuda para poder cubrir no solo el déficit, sino también el capital de lo que se tomó prestado.
Para el próximo año, la deuda pública se encontrará en su punto más alto en los últimos 18 años. Para pagarla, se comprometerá el 42.5% de los ingresos del Estado. Una situación que, de hecho, preocupa a los economistas.
Evolución histórica de la deuda pública |
Este nivel de endeudamiento tiene, en lo inmediato, dos consecuencias. Una es la incapacidad del Estado de invertir en políticas públicas como educación, salud, seguridad ciudadana o infraestructura. Lo que lleva a la segunda consecuencia: hace al país menos competitivo frente a la inversión extranjera.
Recientemente trascendió que República Dominicana bajó 12 puestos en el Índice Global de Competitividad 2017-2018 que publica el Foro Económico Mundial, una consecuencia directa de la incapacidad del estado de invertir en las necesidades de la gente.
Por último, otra característica del presupuesto 2018 es el gasto por concepto de nómina pública. Si revisamos, este gasto ha tenido un crecimiento desmesurado en los últimos tres años.
Desde distintos espacios, se advierte del uso clientelista de la nómina pública. Un reciente análisis de la organización Oxfam identificó que solo la Presidencia concentra en su nómina más empleados que nueve ministerios juntos. En total, 13,135 empleados, solo superado por el Ministerio de Salud y de Educación.
Muy buena información
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